Ayer viernes, a las 14:45h, se celebró un pleno extraordinario urgente que fue notificado a la oposición el día antes por la tarde. La celeridad con que establece el reglamento efectuar la convocatoria de estos plenos (el carácter de urgencia permite dar a conocer la convocatoria hasta 10 minutos antes del pleno), causó que una de nuestras concejalas ni siquiera llegara a recibir la notificación.

La urgencia de repartirse el salario

El motivo de este pleno era aprobar el reparto de retribución salarial que iba a efectuar el equipo de gobierno entre sus concejales tras la dimisión del concejal Raúl Huertas (ya que éste tenía una dedicación exclusiva y la concejal entrante la tendrá parcial, debían justificar cómo se repartirá el resto de retribución sobrante).

Este asunto no nos pareció un motivo de peso como para convocar un pleno con carácter de urgencia (urgencia ni siquiera avalada por el informe de Secretaría y que además se ha saltado el procedimiento al no celebrarse una comisión previa para informar a la oposición). Y así lo hicimos saber ayer al inicio del pleno, leyendo el escrito que queremos compartir con las vecinas y vecinos.

Tras su lectura, y no queriendo ser partícipes de una dinámica que acredita tan baja calidad democrática, abandonamos la sesión. Por esta razón nuestro grupo va a rechazar la asignación por asistencia a este pleno y dejaremos constancia de ello en la siguiente sesión en la que sea leída el acta.

Exceso de plenos extraordinarios

El gobierno, amparándose en su mayoría absoluta, tiene la costumbre de convocar plenos extraordinarios con demasiada frecuencia, entregando la documentación atropelladamente a la oposición, a la que se pretende utilizar como mero agente votante y en nuestro grupo municipal no estamos dispuestas a ello.

Que el asunto a tratar ayer con tanta celeridad como para convocar de nuevo un pleno extraordinario y urgente haya sido asegurarse un reparto de retribución económica entre concejales, y que esto se haya hecho conforme a un porcentaje de dedicación, nos revela, además de sus prioridades, la fría escala de valores de un gobierno que cree que cantidad (de horas y sueldo) es sinónimo de calidad (en gestión).

Y necesariamente no siempre van unidas, o ¿es que ahora que han aumentado sus dedicaciones, automáticamente se van a emplear a fondo en trabajar áreas tan poco o nada activas como las de Juventud o Deportes?

Desde nuestra agrupación sencillamente preferimos estar atentas y atentos para ver si las dedicaciones municipales son acordes a las necesidades.

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