Entre 2003, año en que se vendieron los terrenos públicos donde se construyó El Catón, y 2014 la población de Torrejón de Velasco ha crecido casi un 60%, pasando de 2.643 a 4.195 habitantes. El tiempo ha demostrado que otro centro público era muy necesario. Que lo sigue siendo.

Este abuso sobre la ciudadanía se agrava porque en estos años, el gobierno del PP de la Comunidad de Madrid, con su política de favorecer la creación de centros privados subvencionados con dinero de toda la ciudadanía, se ha convertido en el motor principal para desmantelar la educación pública en nuestra autonomía.

En esa línea, el colegio El Catón le está sirviendo de coartada al equipo de gobierno de Torrejón de Velasco para renunciar también ahora a un centro público nuevo que ponga solución a las deterioradas instalaciones y la falta de espacio del CEIP Nuestra Señora del Pilar. El proyecto de construcción de un aulario de infantil, financiado por la Comunidad de Madrid, es maquillaje porque no resuelve el problema de fondo. Y no lo resuelve porque el objetivo es claro: desviar alumnos/as hacia El Catón, lo quieran o no.

Pero la Educación no es un negocio, la Educación pública no se vende: eso también es corrupción. Hace falta un colegio público nuevo y hace falta un instituto público en este pueblo. Hace falta un equipo de gobierno motivado e implicado en el Ayuntamiento que quiera pelearlo, y un gobierno en la Comunidad Autónoma que defienda lo que es de todos y todas. Que se ponga del lado de la gente. Hace falta un cambio ya.